Con las elecciones en 2022 de Gustavo Petro en Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, de pronto se ha propagado el análisis sobre el retorno de la marea rosa a América Latina. Este artículo argumenta que se observa más bien en la región un ciclo de las oposiciones, con la alternancia de gobiernos de colores distintos desde el fin en los años 2010 del giro a la izquierda. Para fundamentar ese punto, se presentan datos sobre las alternancias y las dificultades de los/as presidentes en mantener una tasa de aprobación superior a la de desaprobación desde un principio. El análisis muestra que percepciones negativas sobre la situación económica actual del país y la capacidad para combatir la pandemia de Covid-19 son los factores que pesan más en la evaluación gubernamental. La polarización política y la exposición a redes sociales también cobran su precio, pues hay evidencias de que el alineamiento ideológico condiciona la opinión y de que usuarios de redes sociales son más críticos al gobierno. Todo lo descrito apunta para que, sea cual sea el color ideológico del gobernante, habrá dificultades para mantenerse como tal.